Conversatorio Feminista del 29/2/2020 (actividad 8M). Momento de la exposición |
“No desmontaremos la casa del amo con sus herramientas”
Gambda Adisa/Audre Lorde
La primera vez que alguien escribió “ecofeminismo” fue en 1974. Lo hizo Françoise d'Eaubonne en su libro “Le Féminisme ou la mort". Ahora, 44 años más tarde, el pensamiento y movimiento ecofeminista se hace más necesario que nunca porque, en palabras de Yayo Herrero: “nos permite comprendernos mejor como especie y tomar conciencia de la inviabilidad de la vida humana desgajada de la tierra y desconectada del resto de las personas”.
"El ecofeminismo es un movimiento que ve una conexión entre la explotación y la degradación del mundo natural y la subordinación y la opresión de las mujeres. Emergió a mediados de los años 70 junto a la segunda ola del feminismo y el movimiento verde.
Las investigadoras Consuelo Díaz y Marina Checa explican en una publicación de la Universidad de Granada que “existe una irreconciliable contradicción entre el proceso de reproducción natural y social, y el proceso de acumulación de capital”. ¿Cómo abordamos esta disonancia? Según las académicas, está claro que el “deterioro social y ambiental” está ocasionado por dos factores principales: de un lado, por un modelo de desarrollo basado en el crecimiento ilimitado; de otro, por la consideración de los mercados como epicentro de la sociedad. Ambos factores “impiden el mantenimiento de la vida humana en condiciones dignas”, sentencian.
Parece que la buena marcha de la economía y la vida no son compatibles. La región murciana, por sus características, está especialmente en peligro, como hemos visto ya con el Mar Menor. Sin embargo esto no tiene por qué ser así. Un ejemplo de lo que la economía ecofemista puede conseguir:
La presidenta de la Mancomunidad misma, Mabel Cañada, es una de las veteranas de la ecoaldea de Lakabe, y de la Red Ibérica de Ecoaldeas RIE. Lleva casi 30 años ecodiseñando una forma de vida realmente integrada en la naturaleza. Cañada explica: “Cuando entré como concejala en el Ayuntamiento de Arce, vi la oportunidad de trasladar a las esferas institucionales las innovaciones de ecodiseño que veníamos aplicando desde hacía décadas en diferentes ecoaldeas del valle”.
Un ej: La moneda irati “se gana, casa a casa, día a día, separando de manera excelente los residuos para su óptimo reciclado, y adquiere vida circulando comercio a comercio. Un indicador útil para medir la eficacia de estas monedas sociales es el multiplicador, cuanto más se usa dentro de la comunidad, más próspera es la economía local. “La ecoaldea de Lakabe es la comunidad más avanzada que hemos identificado en materia de gestión de los ciclos del carbono: este pueblo actúa como sumidero neto de carbono”.
https://elpais.com/elpais/2020/02/24/alterconsumismo/1582535553_797301.html
Ecofeminismo en Murcia:
Grupo Women defend Rojava- Murcia. Difundiendo la revolución ecofeminista de las mujeres kurdas
Moneda Social: Osel www.oselregiondemurcia.blogspot.com
Ecologistas en Acción