domingo, 9 de septiembre de 2018

ABOLIR LA NECESIDAD


El aguacate lo compré en la calle Necesidad, palabra vasta que contiene multitudes. Yo sería muy partidaria de abolir la necesidad. La necesidad de pagar las facturas, de llenar el frigorífico, de madrugar. La necesidad de ser obtusx, cínicx o hipócrita. La necesidad de no tener empatía política, de parecer querer ser palo en la rueda, de ir dando lecciones.

Cartagena de Indias en su ciudad amurallada tiene calles de contenido filosófico y posicionamiento feminista. Por ejemplo, la calle de Las Damas se ve continuada por la calle de La Amargura; es así y no puede ser de otra manera pues ser dama -con corsé literal o metafórico, en esta época o en cualquier otra según el manual patriarcal- amarga a cualquiera que no tenga vocación de redil. Decente y consecuentemente respetada forma parte del mismo campo semántico y todo lo demás es furufalla a extinguir.

No contaron con el feminismo.
No contaron con la resignificación que íbamos a hacer del sustantivo 'dignidad'.
No contaron con que algunas personas reciclarían los significados y significantes patriarcales para fabricar papel higiénico feminista.

Los buenos hombres y las buenas mujeres no contaron con las malas víctimas: las que creían indefensas estaban armándose y empezaban a transformar el estigma en barbillas bien altas aprendiendo a cabalgar sobre sus tacones y discursos.
Ser puta y feminista no sólo no está reñido, sino que es precisamente el feminismo el que ha hecho posible la lucha, empoderamiento y reivindicaciones de las trabajadoras sexuales.

Lucy Sombra

#nosinlasputas #sinputasnohayfeminismo #sexworkiswork #malasvíctimas


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jueves, 6 de septiembre de 2018

SEXO, DINERO, CUERPOS, LIBERTAD, DERECHOS, POLÍTICA

  Foto de Asociación Pro Derechos Humanos Andalucía (APDHA)
 REFLEXIONANDO

No conozco a ninguna persona que por realizar un trabajo no quiera ser remunerada o no lo necesite. 
  
Creía que en un sistema desigual de capitalismo inhumano a lo que íbamos era a acabar con la precariedad y la explotación. Creía que la meta era acabar con los abusos. Creía que la meta eran los derechos. 
 
No pensé que por cobrar se demonizara ningún trabajo. No pensé que hubiera esfuerzos que no fuesen considerados «trabajo». Trabajo doméstico. Tener hijxs. Tanto nos llevamos quejando de incomprensión, de ninguneamiento, de ciudadanos de primera y de segunda.
 
Dice Pepita Pérez Giménez «Me parece muy fuerte que las "feministas radicales" concedan más credibilidad a quien se postra ante el régimen heterosexual que a las que nos rebelamos contra él cobrando.»
 
Y es verdad que en el cóctel este de la prostitución se me están mezclando ya demasiadas cosas. Sexo, dinero, cuerpos, libertad, derechos, política. ¿Qué queréis? ¿Que algunas mujeres no cobren por follar? ¿Que eso no sea un trabajo? ¿Qué queréis que sea? ¿Queréis que siga siendo lo que siempre ha sido? ¿Algo denostado, menospreciado, marginal, discriminatorio, foco de todo tipo de violencias y abusos impunes? ¿Eso queréis para todas estas mujeres? Porque, spoiler, la prostitución no va a desaparecer. ¿Feminismo es perpetuar el victimismo, el asistencialismo, el «yo-sí-sé-lo-que-te-conviene-tú-no? ¿Feminismo es rescatar?
 
Creo que el punto de partida ya viene errado: lo que queráis lxs demás (aunque os parezca imposible de entender desde vuestro ego de blablablear sobre todo tipo de cuestiones, desde vuestro blablableo de vuestrxs grandes teóricxs embalsamados, desde los tochos y los panfletos que citáis), lo que os parezca, lo que opinéis es de todo punto irrelevante. Lo que importa aquí, lo único, es lo que quieran ELLAS. Así son las luchas y las reivindicaciones y las conquistas. Todo lo demás estorba.
 
Salidas reales y alternativas laborales para las que no quieran ejercer la prostitución, y derechos reconocidos y un marco legal para las que sí quieran ejercerla.
 
No hay absolutamente nada que rebatir a una PERSONA que está tomando decisiones sobre su propia vida y luchando por sus derechos.
 
NADA que rebatir. Punto.
 
Lucy Sombra
 
#nosinlasputas #sinputasnohayfeminismo

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SILVIA FEDERICI sobre la división entre feministas abolicionistas de la explotación sexual y regulacionistas del trabajo sexual:
 
Me apena mucho que este sea un tema de división dentro del feminismo, especialmente porque tengo memoria viva de cómo el feminismo fue justamente el movimiento que permitió a las trabajadoras sexuales organizarse. También porque encuentro moralizante clasificar qué tipo de explotación de los cuerpos de las mujeres es más degradante. Hay mujeres que han tenido que vender sus cuerpos en matrimonio para tener una posibilidad de sobrevivencia, otras que han tenido que hacerlo en maquilas (fábricas clandestinas) en condiciones que le han arruinado la salud y otras que han tenido que prostituirse. Todas han representado salidas que no han escogido, pero que fueron las posibles dentro de esas imposibilidades de elección. Entonces, cuando estoy conversando con una mujer prefiero no preguntarle qué tipo de explotación ha podido que tolerar, sino hablar sobre cómo luchamos juntas para ampliar posibilidades.

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EL ABOLICIONISMO TE PREFIERE OBJETO DE ESTUDIO A SUJETO POLÍTICO

Sin comprender siquiera lo que era el abolicionismo o los debates en torno a la prostitución que se daban dentro de los Feminismos, la primera vez que debatí públicamente con una abolicionista fue en un programa de televisión conducido por Pamela David.

La abolicionista en cuestión preside ahora el Instituto Nacional de la Mujer.
 
Frente a mi defensa muy apasionada sobre el trabajo sexual, ella me interrumpe y me hace la pregunta de la doble moral intentando no sólo cuestionar mi trabajo sino mi rol como mamá:
- Decime Georgina, si tanto defiendes la prostitución como trabajo, ¿le recomendarías ese trabajo a tu hijo?
Yo por mi parte me mordí los labios, respiré profundo y contesté. Le dije que no había ido a ese programa a que me cuestionen mi rol de madre sino a debatir sobre la prostitución. Qué no se gaste en tratar de trabajar.e la culpa porque yo sabía qué clase de madre era y que esa pregunta que ellas y muchas otras le hacen a mis compañeras estaba atravesada por la moral, porque a nadie se le ocurriría preguntarle eso mismo a un cartonero, a un albañil o a una empleada del doméstica.
Qué en todo caso, todxs salimos a trabajar para darle lo mejor a nuestrxs hijxs y mi deseo es que mi hijo sea feliz siendo quién es y eligiendo su trabajo, y si su deseo es ser trabajador sexual, mejor que lo sea con derechos reconocidos y no pasando por todo lo que nosotras tenemos que pasar por trabajar en la clandestinidad.
 
Recuerdo que durante años, nosotras comparábamos a la policía con las abolicionistas porque actúan de la misma forma, apelando a los mismos discursos discriminatorios llenos de estigma y moral.
El rati te nombra a tus hijos, a tu madre, te hace sentir vergüenza por lo que sos y así te saca tu dinero. El abolicionismo intenta lo mismo pero el fin es otro: quiere tu silencio, tu invisibilidad; te prefiere objeto de estudio a sujeto político.
 
El rati te dice: Qué pensaría tu madre si te viera aquí, Pobres de tus hijos si se enteran que su madre es una atorrante, No te da vergüenza hacer lo que haces.
 
Vergüenza en todo caso es policiar las cuerpas de las demás, vergüenza es ser rati, vergüenza es negarle derechos a las trabajadoras sexuales.
 
¡Ser puta es un trabajo y lo otro es represión!»

Georgina Orellano, argentina y puta y madre y feminista. Muy feminista.

#GeorginaOrellano #madre #puta #prostitución #prosex #sexworkiswork#feminista #feminismo


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lunes, 3 de septiembre de 2018

CONTRA. POESÍA ANTE LA REPRESIÓN. EDICIÓN DIGITAL GRATUITA




"Contra. Poesía ante la represión", es una antología de poesía que recoge las voces críticas de un centenar de poetas de un lado y otro del océano. La obra constituye un collage poético colectivo contra todos los tipos de represión que sufre nuestra sociedad y cuenta con las firmas más consolidadas de la poesía de la conciencia crítica actual, como la de Antonio Orihuela, a cargo del prólogo, Jorge Riechmann, Aurora Saura, Cristina Morano (que también ha diseñado la edición) o Carlos Ana.

La publicación trata de llevar el compromiso contra la represión al campo de la cultura, en un momento en que ésta se encuentra en el frente de una batalla por la hegemonía ideológica. La ola de detenciones y procesos judiciales contra nuestros creadores demuestra que la palabra y el arte siguen siendo un arma especialmente peligrosa para el Poder establecido, y creemos llegado el momento de declarar la insumisión poética al decreto de silencio.

Se presentó en Murcia en nuestras IV Jornadas Anti Represión RM, así como en otras ciudades del Estado y en simposios de poesía como en Moguer. Se editó en papel gracias a aportaciones desinteresadas y se agotó en menos de un año.

Gracias de nuevo a las personas que contribuyeron con sus poemas a hacer realidad este proyecto

Puedes descargar gratuitamente el poemario ahora en este  enlace del blog de Jorge Riechmann, uno de sus autorxs.

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