viernes, 21 de junio de 2024

“Qué está pasando tras los muros? Desatención médica y muertes en prisión” . CAMPAÑA COORDINADA EN EL ESTADO. JUNIO 2020



Formando parte de esta campaña, se han realizado concentraciones y actos en diferentes territorios como Madrid, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Gasteitz y Tarragona.

En Murcia, desde el Espacio Ajuntaera, del que forman parte diversos colectivos, se ha coordinado esta CONCENTRACIÓN, en la puerta de la Cárcel Vieja, como lugar emblemático de la represión franquista y ahora convertida en centro de exposiciones varias, alejada totalmente de ser un centro de Memoria Histórica, como se ha denunciado al final del acto.

Se ha leído el COMUNICADO conjunto de la campaña estatal:

"Desde diversos territorios nos hemos organizado para señalar públicamente a lxs responsables directos de las 200 vidas que se quedan dentro de las cárceles cada año bajo la custodia y dominio del Estado.
Distintas colectivas e individualidades hemos buscado apoyo las unas en las otras para movilizarnos y hacer de altavoz de todo lo que nuestres compañeres preses tienen que explicar y denunciar. Agresiones, abusos, vejaciones, abandono, desatención médica y muerte son la realidad del día a día dentro de las cárceles. Las Instituciones penitenciarias son responsables directos y el personal sanitario es cómplice.
Aquí fuera no queremos silenciar esta realidad. Queremos mostrar nuestro apoyo a las personas que se encuentran detrás de los muros y hacernos una. Por eso hemos convocado una campaña estatal coordinada: “¿Qué está pasando tras los muros? Contra la desatención médica y las muertes en prisión”.
Dentro de prisión las personas son secuestradas por el estado y se les arranca su piel de dignidad. Allí se tortura física y psicológicamente. Se traslada de forma arbitraria a las personas, desarraigándolas de cualquier entorno social y/o familiar; se utilizan las comunicaciones con el exterior como moneda de cambio en un juego de “premio-castigo”; se revisan cartas, llamadas o comunicados como medidas preventivas de seguridad; existe la explotación laboral y no hay derecho a tener un sindicato de apoyo; no se atienden las necesidades específicas de cuerpos femeninos; existe un régimen de aislamiento que se puede alargar en el tiempo durante años; no existe libertad de expresión ni de asociación y la comunicación con el exterior es tan reducida que lo que pasa aquí fuera no está al alcance de las personas que habitan dentro (y al revés).



Si entramos a hablar de desatención médica, afirmamos que hay asesinatos directos y asesinatos indirectos. Muertes directas como consecuencia de palizas y torturas por parte de carcelerxs armadxs con la complicidad médica de partes sanitarios falsificados negando las pruebas. Personas con enfermedades terminales como cáncer, esclerosis o párkinson que no son inmediatamente excarceladas como indica esa ley vigente suya a la que tanto les gusta acudir solo cuando les interesa. O compañeres que necesitan urgentemente salir al hospital por una sintomatología grave y no se trasladan.
De forma indirecta la cárcel también mata cada día. Más de la mitad de los puestos de trabajo médicosanitarios de instituciones penitenciarias están vacíos. Además, la administración niega el derecho de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas y sanitarias mínimas. Muchas veces no se da acceso a medicaciones que podrían salvar una vida o se administra a destajo calmantes sin ajustarse a los requerimientos de la enfermedad.


Personas sin dientes a las que no se les da una dieta adaptada a sus necesidades o compas con movilidad reducida a las que no se las acompaña para que puedan desplazarse al lavabo, visitas familiares o al patio. En relación a la salud mental, los servicios de acompañamiento y terapéutico son prácticamente inexistentes. Y ante tentativas de quitarse la vida, nos explican que las consecuencias son el castigo a aislamiento y la retirada de todas las pertenencias hasta nuevo aviso. En el mejor de los casos, les recomiendan empezar sesiones de yoga.
El riesgo a desarrollar un trastorno mental es 16 veces mayor en prisión que en la calle. La mortalidad por sobredosis, muerte súbita o suicidio dentro de las cárceles es mucho más elevada que fuera. El Estado Español es el cuarto país de Europa con más suicidios en sus prisiones; el riesgo de suicidio en la cárcel se multiplica por 8 respecto a la vida “libre”. En 2020, 62 personas se quitaron la vida mientras estaban privadas de libertad.
Se proporciona a las personas presas psicotrópicos aditivos legales sin apenas control médico, herramienta infalible para obtener una población reclusa relajada, adormecida y enganchada. Se suministra metadona sin necesidad y se sabe de casos de muertes por sobredosis habiendo sido administrada por los propios servicios médicos carcelarios. Abundan los fallecimientos en extrañas y dudosas circunstancias, nunca esclarecidas.


Enviamos especialmente todo nuestro amor al compañero Pedro Escudero a quien, el 15 de mayo de 2019, dejaron morir ardiendo en su celda en la cárcel de Teixeiro a la espera de juicio como denunciante por unas palizas que le habían propinado lxs carcelerxs un año antes. Así como a Sannah Cadiri muerta el pasado año en la cárcel de Brieva supuestamente ahorcada, aunque un carcelero confesó que se le había dado una paliza. A Manuel Fernández, Murciano fallecido en una prisión de Castellón; su muerte se catalogó como “muerte subita” aunque tenía evidentes marcas de violencia y se negó a la familia la posibilidad de una segunda autopsia. Y tantas otras personas muertas en todos los centros de exterminio (cárceles, CIES, calabozos...).
Gracias también a Manuel Noguera “Lolo”, a Alfonso Miguel Codón, a David Rojas... por sus relatos, así como a todes aquelles que han compartido su experiencia anónimamente. Vuestras palabras nos llena de dolor y rabia pero, lejos de hundirnos en la soledad y el aislamiento, nuestros lazos se hacen más fuertes cada día. Y enviamos nuestro cariño a todas las que seguís ahí dentro resistiendo. Vuestra lucha siempre será nuestra lucha.
Invitamos a todo el mundo a reflexionar, a compartir y a seguir rompiendo el silencio ante tanta crueldad e impunidad. ¡Feliz campaña contra la desatención médica y las muertes en Prisión y abajo todos los muros!"

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