Pero también entendemos el feminismo, además de reivindicar en la calle todos los derechos, denunciar en concentraciones y redes todo tipo de represión, maltrato y abuso machista, una forma de tejer redes de apoyo mutuo, de acompañamiento, de sororidad entre nosotras; tenemos el convencimiento de que hay que estar ahí, en la cercanía, que el grito dado de NO ESTÁS SOLA se traduzca en esos actos de abrazo colectivo.
Gabriela ahora nos ha pedido ayuda y hemos estado ahí.
La Coordinadora Anti Represión organizó el evento "Mercadillo Solidario en apoyo a Gabriela"
con esta información sobre el caso con formato de carta:
«Hola querides,
Hace un par de semanas, Gabriela, una amiga y vecina del barrio, se intentó tirar por la ventana. De un cuarto piso de una de las casas del callejón que sale a la plaza de inmaculada concepción. Gabriela es de Rumanía, tiene una discapacidad física que le impide andar bien, le provoca muchos dolores y la incapacita para trabajar, está en una relación de maltrato que casi le cuesta la vida varias veces..
y esto lo ha ido gestionando ella sola, sin una red de apoyo que le haya podido echar una mano y cuidarla. A Gabriela la conocimos en la plaza este verano. Llevamos tres años viviendo por esta zona, y hacer barrio es algo que queremos pero está este pequeño problema de individualismo extremo y falta de costumbre de hablar con gente que no conoces pero que ves todos los días, y que nos impide saber quiénes son nuestres vecines, cómo están y qué les pasa. Asumiendo esas limitaciones y deseando hacer algo con ellas, este verano hicimos en la plaza de abajo de nuestra casa (inmaculada concepción) un mercadillo gratis con cosas que nos había pasado mi madre y así charlar con quien anduviese por allí. Y allí estaba Gabriela, a la que por supuesto ya había visto un millón de veces antes, pero con la que no había hablado nunca. Vino tímida a ver qué había y así empezamos a charlar y nos hicimos colegas, porque Gabriela es un amor. Cuando el otro día volviendo de la compra vi a los bomberos, policías y sámur en el callejón pensé: “que no sea Gabriela, por favor”. Su pareja la ha intentado matar no una sino varias veces y Gabriela ya me había dicho que cualquier día aparecía muerta. Me acerqué a una policía que había allí y le pregunté qué pasaba, que estaba preocupade por una amiga mía. Me miró de abajo a arriba y me dijo que no, que era otra persona. Yo le dije que mi amiga se llama Gabriela, no era de mi edad y era de Rumanía…entonces me dijo que sí, que se había intentado suicidar. La razón por la que Gabriela intentó saltar por la ventana fue porque no podía pagar el alquiler de su casa y tiene pánico de tener que vivir en la calle otra vez. Quien impidió que cayera fue el que la había intentado matar dos semanas antes. Que se llama Jose por cierto, y es esquizofrénico y alcohólico. Y es que el mundo es raro y contradictorio y para poder vivir en él “bien”…tienes que nacer en el sitio adecuado, con las dos piernas adecuadas, con la cabeza adecuada, con la violencia adecuada, con la falta de empatía adecuada…porque si no es insostenible. Insostenible tragar con lo que tragamos, vivir con el nivel de asfixia con el que vivimos, haciendo nada y dejando que todo siga igual. Pues ya está bien. Porque ya canta la falta del uso que hacemos de imaginación, alegría, amor, empatía que tenemos pero no sacamos porque si no….malas noticias: el mundo violento en el que vivimos dejaría paso a otra cosa más vivible y amorosa. Entonces le he dicho a Gabriela que no está sola, porque ella llora y llora porque no puede pagar el alquiler, que voy a escribir algo para mandar a mis amigues y que entre todes la ayudamos. Y si a alguien se le ocurren más cosas pues hablemos y si algune necesita algo que lo pida.
Gracias de antemano,
Os dejo un número de cuenta para que ingreséis todo lo que podáis porque Gabriela lo necesita con urgencia.
y esto lo ha ido gestionando ella sola, sin una red de apoyo que le haya podido echar una mano y cuidarla. A Gabriela la conocimos en la plaza este verano. Llevamos tres años viviendo por esta zona, y hacer barrio es algo que queremos pero está este pequeño problema de individualismo extremo y falta de costumbre de hablar con gente que no conoces pero que ves todos los días, y que nos impide saber quiénes son nuestres vecines, cómo están y qué les pasa. Asumiendo esas limitaciones y deseando hacer algo con ellas, este verano hicimos en la plaza de abajo de nuestra casa (inmaculada concepción) un mercadillo gratis con cosas que nos había pasado mi madre y así charlar con quien anduviese por allí. Y allí estaba Gabriela, a la que por supuesto ya había visto un millón de veces antes, pero con la que no había hablado nunca. Vino tímida a ver qué había y así empezamos a charlar y nos hicimos colegas, porque Gabriela es un amor. Cuando el otro día volviendo de la compra vi a los bomberos, policías y sámur en el callejón pensé: “que no sea Gabriela, por favor”. Su pareja la ha intentado matar no una sino varias veces y Gabriela ya me había dicho que cualquier día aparecía muerta. Me acerqué a una policía que había allí y le pregunté qué pasaba, que estaba preocupade por una amiga mía. Me miró de abajo a arriba y me dijo que no, que era otra persona. Yo le dije que mi amiga se llama Gabriela, no era de mi edad y era de Rumanía…entonces me dijo que sí, que se había intentado suicidar. La razón por la que Gabriela intentó saltar por la ventana fue porque no podía pagar el alquiler de su casa y tiene pánico de tener que vivir en la calle otra vez. Quien impidió que cayera fue el que la había intentado matar dos semanas antes. Que se llama Jose por cierto, y es esquizofrénico y alcohólico. Y es que el mundo es raro y contradictorio y para poder vivir en él “bien”…tienes que nacer en el sitio adecuado, con las dos piernas adecuadas, con la cabeza adecuada, con la violencia adecuada, con la falta de empatía adecuada…porque si no es insostenible. Insostenible tragar con lo que tragamos, vivir con el nivel de asfixia con el que vivimos, haciendo nada y dejando que todo siga igual. Pues ya está bien. Porque ya canta la falta del uso que hacemos de imaginación, alegría, amor, empatía que tenemos pero no sacamos porque si no….malas noticias: el mundo violento en el que vivimos dejaría paso a otra cosa más vivible y amorosa. Entonces le he dicho a Gabriela que no está sola, porque ella llora y llora porque no puede pagar el alquiler, que voy a escribir algo para mandar a mis amigues y que entre todes la ayudamos. Y si a alguien se le ocurren más cosas pues hablemos y si algune necesita algo que lo pida.
Gracias de antemano,
Os dejo un número de cuenta para que ingreséis todo lo que podáis porque Gabriela lo necesita con urgencia.
ES31 0239 0806 7200 1584 8526
No sé cómo despedirme pero si pudiera mandar algo físico en plan magia sería una bola de calor vaporosa que atravesara los cuerpos de la cabeza a los pies. Y sería naranja transparente,
Candela.»
Candela.»
Gracias a todas las personas que han participado con su trabajo, con sus aportaciones de todo tipo y su entusiasmo.
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