Lucía Barbudo
Querida amiga biovulva:
Esta noche no he podido dormir pensando en esto que viene siendo tu pesadilla, aún estando despierta. Piensas una y otra vez en el borrado de las biomujeres, ¡es perverso! Me preocupa tu preocupación.
No entiendo que te sientas amenazada por un grupo que, como vienes diciendo de manera insistente y bastante despreciativa, es minoritario.
Quitando la cosa de que las minorías se vean discriminadas sólo por ser minorías, argumento harto discutible (convendrás conmigo) en un Estado de Derecho, ¿no es un poco locurón, en esa lógica tuya, repito, de minusvalorar minorías, pensar que cuatro gates van a amenazar la súper bioestructura de gran poder hegemónico de larguísima tradición histórica que ostenta el cissistema?
Intento entender tu miedo y no puedo.
¿No estamos las biovaginas y los biopenes sobradamente representadxs en todos los libros de texto donde subliminalmente se enseña y reproduce la bionorma? ¿No está el cisheteropatriarcado en todas las fichas del cole, en todos los anuncios de la tele, en todas las mamparas de los autobuses, en todas las pelis que vemos, en todos los libros que leemos?
Intento entender tu miedo y no puedo.
¿Qué te van a borrar a ti, nena, si tienes de tu lado el tremendo altavoz mediático del biofeminismo blanco institucional con biohembras tan potentes como Amelia Valcárcel, Lidia Falcón o Yolanda Besteiro (como vacas sagradas de la «intelectualidad académica feminista») o las Towanda Rebels y Barbiejaputa (estas ya a un nivel más de márketing torticero, con mensajes feministas como las tazas del Tiger tienen mensajes de autoayuda)?
Muchacha, despreocúpate. A ti no te borra ni dios.
Me haces acordarme de lxs fachas que dicen que lxs inmigrantes vienen a quitarnos los derechos y de esos machos sobre los que tanto hemos hablado juntas que también están nerviosos porque se están dando cuenta de que los feminismos están desmontando su chiringuito patriarcal. A ver si va a ser esa tu preocupación y no otra, bioamiga querida, piénsalo.
Igualmente te confieso que me tienes enganchada con las cosas que te leo; en la película que te has montado, tus pesadillas son mis palomitas.
Me despido ya, que esta tarde mi hijo tiene cumpleaños y ya sabes que le gusta vestirse de Blancanieves, ¡qué maravillosa es la infancia sin prejuicios! Ya sabes, donde no hay violencia, hay libertad.
Abrazos sororos.
Image by Charles Hutchins
Feminista Radical Trans-Excluyente.
Si quieres seguir la serie, la puedes encontrar aquí mismo:
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