lunes, 21 de octubre de 2024

La trilogía del montaje policial en las vías de Santiago el Mayor en Murcia a punto de estrenar su tercera y última entrega: el caso de Ángel B. S.

 

Represión en las vías. 3 de octubre de 2017


Lucía Barbudo

De los hechos que sucedieron el 3 de octubre de 2017 en el barrio de Santiago el Mayor por el soterramiento del AVE en Murcia surgieron unas narrativas de las cuales algunas son ciertas y otras no. Es importante ajustarse a la verdad siempre, pero cuando entramos en un tribunal de justicia y suenan las palabras detenido-acusado-cárcel-sanciónadministrativa, éstas cobran todavía más importancia; las palabras no sólo van a describir lo que pasó, sino que van a condicionar lo que va a pasar, en este caso, con la vida de Ángel B. S.  

¿Por qué montajes policiales?

Son tristemente conocidas las dinámicas y estrategias de la policía para dinamitar los movimientos sociales a base de represión, ya sea a través de violencia y agresiones policiales en las protestas (manifestaciones y concentraciones pacíficas y amparadas en derechos ciudadanos recogidos en la Constitución española), ya sea a través de los procesos judiciales que se derivan de esas mismas agresiones policiales que, a través de montajes archirepetidos (el combo siempre es el mismo: desobediencia a la autoridad, agresiones a uno o varios policías, algún móvil misteriosamente roto que posteriormente se traducirá en indemnizar a uno o varios agentes), acaban conduciendo perversamente a les activistas a enfrentarse a penas de cárcel y, muchas veces, exageradas multas. Encima de enjuiciados, apaleaos. Esas narrativas inventadas están destinadas a desactivar los movimientos sociales, porque la estrategia del miedo, no nos equivoquemos, funciona. Y que exista la posibilidad de que te puedan meter en la cárcel y arruinar tu vida y la de tu familia da muchísimo miedo.

¿Qué pasó el 3 de octubre de 2017?

Enmarcado en lo que parecía ser un día más de protesta social en el barrio de Santiago el Mayor (un barrio que, recordemos, llevaba detrás la friolera de 30 años de lucha vecinal por el soterramiento del AVE), las vías vivieron su jornada de máxima movilización: esa mañana rugieron por primera vez los motores de las máquinas que iban a levantar el muro que nadie quería. Todo el mundo se echó a la calle para evitar que eso ocurriera. Allí estaba también Ángel. El entonces delegado del gobierno, Francisco Barnabé, no quiso escatimar en agentes y una multitud de efectivos de la UIP y la UPR se encargaron de tensionar el ambiente. Que una presencia policial masiva sea sinónimo de seguridad ciudadana es algo que desde los movimientos sociales tenemos más que desmontado a base de golpes de realidad. Golpes literales y metafóricos.


En la era que atravesamos de nuevas tecnologías donde cada vecina tiene en su bolso un móvil, todo queda grabado. Podría incluso decirse que todes somos potenciales periodistas a pie de calle. La Ley de Seguidad Ciudadana (¿seguridad para quién?)
, sabedora de este inconveniente, ha blindado la impunidad policial prohibiendo las grabaciones. Mordazas para la democracia. De los vídeos que se grabaron ese día, a Ángel lo vemos mezclado entre la gente. Cuando se acercaba la hora de comer, Ángel decidió ir a casa y fue entonces cuando varios policías le dieron el alto. Le pidieron que se identificara y acto seguido, sin mediar palabra, lo empujaron violentamente contra la pared para cachearlo. Tras esto, el dispositivo policial se replegó en torno a Ángel, seguido por la multitud de vecinos. En algún momento, alguien pensó que se hacía necesario reducirlo violentamente contra el suelo, propinándole patadas y puñetazos. Al fondo tocaba la campana del instituto, eran las 14.15. A los agentes no les importó el círculo de adolescentes que se formó alrededor de la agresión.  Salían de una escuela para meterse en otra; la letra con sangre entra. Finalmente, Ángel fue esposado como un criminal, una rodilla en la cabeza, otra rodilla apretando las esposas. Llegó un coche para trasladarlo a la comisaría. Pero antes, el protocolo manda llevar al detenido al centro de salud de San Andrés. Para les lectores que no son de Murcia, San Andrés es el centro de salud al que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trasladan invariablemente a les agredides. De aquí han salido situaciones que nunca nos da tiempo a preguntar si son legales mientras estamos gestionando heridas y angustias, así como partes dignos del genio imaginativo de Isaac Asimov que terminan con un inesperado giro de guion hablando de agentes agredidos. El agresor sale de la chistera como víctima y son ya algunos juicios los que se han ganado demostrando la inverosimilitud de lo que se argumentaba y las incongruencias entre los propios agentes. Cabría preguntarse quiénes son esos médicos a los que la policía llama para hacer los partes. Tras más de 21 angustiosas horas en el calabozo, sin un vaso de agua, Ángel pidió ir al Hospital Reina Sofía debido a que sufría fuerte dolor de cabeza y mareos. De ahí pasó a la Ciudad de la Justicia a esperar que una jueza de guardia le tomara declaración y tras esto fue puesto en libertad con cargos. Por un supuesto delito de atentado, maltrato de obra y amenazas, le piden un total de tres años de cárcel, además de una multa de casi 2000 euros.

La trilogía de las vías

Ese mismo día, 3 octubre de 2017, salió la primera entrega de esta trilogía de juicios: lo que se conoció en todos los medios como el caso de “Los jóvenesde las vías“  cuyo juicio fue resuelto cuatro años y medio más tarde, el 24 de marzo de 2022. Pedían ocho años de cárcel y 130mil euros en multas. Los chicos no entraron en prisión y se redujo considerablemente la cuantía, aunque nos quedamos con el sabor amargo de que los dejaran con antecedentes penales, pues la absolución no fue completa.

La segunda vez que se abrió el telón para mostrar una función de guion sospechosamente parecido, fue con la activista Sandra. Su caso se enmarcó en el contexto de la convocatoria feminista del 8M de 2018. Decía la abogada de Sandra en un artículo que era totalmente injustificable que el caso de la activista se hubiera dilatado cinco años. Para ella se pedía un año de cárcel, 240 euros de multa y 120 euros de indemnización a un agente. Afortunadamente, y gracias sin duda a la organización social que hizo su trabajo en la calle y en las redes para apoyar a Sandra, ésta quedó finalmente absuelta de todas las acusaciones.



“El soterramiento no habrá terminado realmente hasta que no absuelvan a estos jóvenes inocentes y se soterre la injusticia” era lo que se decía recurrentemente en los encuentros vecinales que se sucedieron durante años en Santiago el Mayor mientras hubiera juicios pendientes; primero por los jóvenes de las vías, después por Sandra, ahora por Ángel. Por fin ha llegado el último. Ángel B. S. lleva esperando ni más ni menos que siete años que se resuelva su juicio. Siete años en esta incertidumbre es ya también una forma de castigo, una tortura psicológica. Está citado para este próximo viernes 25 de octubre a las 10 de la mañana en la Ciudad de la Justicia, que esperamos esté a la altura de su nombre. Porque si decíamos antes que el miedo y la represión funcionan y que enjuiciar activistas tiene un coste muy alto para todos los movimientos sociales, también tenemos que reconocer que la solidaridad funciona, que las redes de acompañamiento funcionan, que la presión en la calle y la difusión de lo que está pasando con nuestros gobiernos y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen un efecto positivo en los veredictos de las salas donde nos aglomeramos y esperamos con nuestras pancartas a que se imparta justicia. Porque demostramos con cada caso que el “Si tocan a una, nos tocan a todas” no es sólo un lema que gritamos en las manifestaciones. Lo colectivo es una manera de entender la fuerza infinita que nos insufla saber que no estamos solas.





sábado, 12 de octubre de 2024

DENUNCIA DE LA TRATA DE MENORES MEDIANTE UNA PERFORMANCE


Con motivo del escandaloso acuerdo al que ha llegado la fiscalía en Murcia en el caso de los empresarios implicados en una red de trata con fines de explotación sexual con menores, el Movimiento Feminista de Murcia ha realizado una performance con fondo del Palacio de Justicia para escenificar su protesta.

Nos han hecho llegar el siguiente comunicado:

"Desde el Movimiento Feminista de Murcia queremos expresar nuestra repulsa ante el hecho de que hombres con poder económico y prestigio social se sigan sintiendo legitimados para ejercer coacciones sexuales sobre menores. Es repugnante y sintomático de que nuestra sociedad sigue necesitando a los feminismos para revertir estas violencias.

Observamos los entresijos del engranaje de la justicia patriarcal cuando convenientemente se piden dos años de cárcel a título individual para así eliminar la posibilidad de entrada a prisión de los empresarios. Nos preguntamos por qué se ha dilatado este caso diez años ¿no es ese el tiempo justo que debe transcurrir para que se puedan rebajar las penas solicitadas? Pero no queremos caer en malentendidos, desde el Movimiento Feminista no compartimos que la solución a las violencias que soportamos pase por la entrada a ninguna cárcel. La cárcel no sirve como medida disuasoria para no cometer estos delitos ni tampoco para reinsertar en prisión a los violadores. Las cárceles no son parte de la solución nunca sino parte del problema. Nos declaramos antipunitivistas y exigimos como alternativa una justicia restaurativa que escuche a las víctimas y las atienda en sus necesidades para reparar el daño.

Por último, nos gustaría explicar lo perverso de usar la palabra 'prostitución' en este caso puesto que esta designa un pacto por un servicio sexual entre adultos y, tratándose de menores, no puede ser nunca una relación horizontal, pactada entre iguales y con consentimiento. No podemos hablar de prostitución, sino de trata. No podemos hablar de prostitución, sino de abuso, coacción y violación. Hablar de prostitución es arrojar más estigma sobre las compañeras trabajadoras sexuales y criminalizar su trabajo.

Condenamos la trata con fines de explotación sexual."

Movimiento feminista de Murcia


Puede leerse en sus espaldas:

NO A LA IMPUNIDAD

ES TRATA DE MENORES

(IN)JUSTICIA PATRIARCAL

EMPRESARIOS VIOLADORES

SIN JUSTICIA HAY REBELIÓN


#TrataDeMenores

#JusticiaRestaurativa

#EmpresariosVioladores

#JusticiaPatriarcal



viernes, 21 de junio de 2024

“Qué está pasando tras los muros? Desatención médica y muertes en prisión” . CAMPAÑA COORDINADA EN EL ESTADO. JUNIO 2020



Formando parte de esta campaña, se han realizado concentraciones y actos en diferentes territorios como Madrid, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Gasteitz y Tarragona.

En Murcia, desde el Espacio Ajuntaera, del que forman parte diversos colectivos, se ha coordinado esta CONCENTRACIÓN, en la puerta de la Cárcel Vieja, como lugar emblemático de la represión franquista y ahora convertida en centro de exposiciones varias, alejada totalmente de ser un centro de Memoria Histórica, como se ha denunciado al final del acto.

Se ha leído el COMUNICADO conjunto de la campaña estatal:

"Desde diversos territorios nos hemos organizado para señalar públicamente a lxs responsables directos de las 200 vidas que se quedan dentro de las cárceles cada año bajo la custodia y dominio del Estado.
Distintas colectivas e individualidades hemos buscado apoyo las unas en las otras para movilizarnos y hacer de altavoz de todo lo que nuestres compañeres preses tienen que explicar y denunciar. Agresiones, abusos, vejaciones, abandono, desatención médica y muerte son la realidad del día a día dentro de las cárceles. Las Instituciones penitenciarias son responsables directos y el personal sanitario es cómplice.
Aquí fuera no queremos silenciar esta realidad. Queremos mostrar nuestro apoyo a las personas que se encuentran detrás de los muros y hacernos una. Por eso hemos convocado una campaña estatal coordinada: “¿Qué está pasando tras los muros? Contra la desatención médica y las muertes en prisión”.
Dentro de prisión las personas son secuestradas por el estado y se les arranca su piel de dignidad. Allí se tortura física y psicológicamente. Se traslada de forma arbitraria a las personas, desarraigándolas de cualquier entorno social y/o familiar; se utilizan las comunicaciones con el exterior como moneda de cambio en un juego de “premio-castigo”; se revisan cartas, llamadas o comunicados como medidas preventivas de seguridad; existe la explotación laboral y no hay derecho a tener un sindicato de apoyo; no se atienden las necesidades específicas de cuerpos femeninos; existe un régimen de aislamiento que se puede alargar en el tiempo durante años; no existe libertad de expresión ni de asociación y la comunicación con el exterior es tan reducida que lo que pasa aquí fuera no está al alcance de las personas que habitan dentro (y al revés).



Si entramos a hablar de desatención médica, afirmamos que hay asesinatos directos y asesinatos indirectos. Muertes directas como consecuencia de palizas y torturas por parte de carcelerxs armadxs con la complicidad médica de partes sanitarios falsificados negando las pruebas. Personas con enfermedades terminales como cáncer, esclerosis o párkinson que no son inmediatamente excarceladas como indica esa ley vigente suya a la que tanto les gusta acudir solo cuando les interesa. O compañeres que necesitan urgentemente salir al hospital por una sintomatología grave y no se trasladan.
De forma indirecta la cárcel también mata cada día. Más de la mitad de los puestos de trabajo médicosanitarios de instituciones penitenciarias están vacíos. Además, la administración niega el derecho de asegurar a las personas presas unas prestaciones médicas y sanitarias mínimas. Muchas veces no se da acceso a medicaciones que podrían salvar una vida o se administra a destajo calmantes sin ajustarse a los requerimientos de la enfermedad.


Personas sin dientes a las que no se les da una dieta adaptada a sus necesidades o compas con movilidad reducida a las que no se las acompaña para que puedan desplazarse al lavabo, visitas familiares o al patio. En relación a la salud mental, los servicios de acompañamiento y terapéutico son prácticamente inexistentes. Y ante tentativas de quitarse la vida, nos explican que las consecuencias son el castigo a aislamiento y la retirada de todas las pertenencias hasta nuevo aviso. En el mejor de los casos, les recomiendan empezar sesiones de yoga.
El riesgo a desarrollar un trastorno mental es 16 veces mayor en prisión que en la calle. La mortalidad por sobredosis, muerte súbita o suicidio dentro de las cárceles es mucho más elevada que fuera. El Estado Español es el cuarto país de Europa con más suicidios en sus prisiones; el riesgo de suicidio en la cárcel se multiplica por 8 respecto a la vida “libre”. En 2020, 62 personas se quitaron la vida mientras estaban privadas de libertad.
Se proporciona a las personas presas psicotrópicos aditivos legales sin apenas control médico, herramienta infalible para obtener una población reclusa relajada, adormecida y enganchada. Se suministra metadona sin necesidad y se sabe de casos de muertes por sobredosis habiendo sido administrada por los propios servicios médicos carcelarios. Abundan los fallecimientos en extrañas y dudosas circunstancias, nunca esclarecidas.


Enviamos especialmente todo nuestro amor al compañero Pedro Escudero a quien, el 15 de mayo de 2019, dejaron morir ardiendo en su celda en la cárcel de Teixeiro a la espera de juicio como denunciante por unas palizas que le habían propinado lxs carcelerxs un año antes. Así como a Sannah Cadiri muerta el pasado año en la cárcel de Brieva supuestamente ahorcada, aunque un carcelero confesó que se le había dado una paliza. A Manuel Fernández, Murciano fallecido en una prisión de Castellón; su muerte se catalogó como “muerte subita” aunque tenía evidentes marcas de violencia y se negó a la familia la posibilidad de una segunda autopsia. Y tantas otras personas muertas en todos los centros de exterminio (cárceles, CIES, calabozos...).
Gracias también a Manuel Noguera “Lolo”, a Alfonso Miguel Codón, a David Rojas... por sus relatos, así como a todes aquelles que han compartido su experiencia anónimamente. Vuestras palabras nos llena de dolor y rabia pero, lejos de hundirnos en la soledad y el aislamiento, nuestros lazos se hacen más fuertes cada día. Y enviamos nuestro cariño a todas las que seguís ahí dentro resistiendo. Vuestra lucha siempre será nuestra lucha.
Invitamos a todo el mundo a reflexionar, a compartir y a seguir rompiendo el silencio ante tanta crueldad e impunidad. ¡Feliz campaña contra la desatención médica y las muertes en Prisión y abajo todos los muros!"

lunes, 4 de marzo de 2024

¿QUÉ LEER?: "LA RESPUESTA A TODO LO QUE PREGUNTARÍAS A UNA TÍA TRANS"



Autora: Valentina Berr

Por Lucía Barbudo

El libro perfecto para regalar a tu amiga TERF.

El libro perfecto para regalar a tu cuñao (literal o metafórico).

El libro perfecto para proponer en el AMPA del instituto de tu hija (femenino genérico).

El libro perfecto para aquellos (masculino no genérico) padres y madres que tiene en casa a una personita trans a la que no entienden pero quieren mucho y no saben cómo acompañar.

El libro perfecto para proponer en tu Club de Lectura (como hicimos en @orgullocritico.murcia).

El libro perfecto para aquelles que se dedican profesionalmente a cuidar -de cualquier modo, en cualquiera de sus ámbitos- la salud o el bienestar de las personas.

El libro perfecto para ti, que en algún momento violentaste a una persona trans y todavía no lo sabes.

El libro perfecto para entender de qué va la transfobia, cómo se articula y qué argumentario político-social sostiene sus estructuras discriminatorias, hirientes y conservadoras.

Como suele pasar, lo personal y lo político se vuelven a engarzar en este libro que ha escrito Valentina Berr desde un lugar muy particular y, tal y como yo lo veo, muy difícil también: no es fácil ser pedagógica cuando estás hasta el c*ño, entrar al trapo de desarrollar respuestas cuando estás hasta el potorro de las preguntas; trans-formar lo intrusivodestructivo en colectivo constructivo; darte la mano y no una hostia.Y, sin embargo, ella lo consigue. Y lo hace, además, de una manera amable, paciente, cercana y con dosis de humor.
 
Tampoco todo el mundo tiene el don de saber explicar una realidad tan compleja de manera sencilla, clara, directa, digerible para todas las cabezas, con un estilo muy alejado de los textos encriptados (y clasistas) en los que muy a menudo se divulga la teoría queer.

Es por esto que este libro ha sido pensado para trascender nuestros círculos endogámicos hetero-friendly y llegar a las personas que muchas veces desde los activismos trans nunca llegamos.
 
En definitiva, un ejercicio y un esfuerzo íntimo-literario a aplaudir hasta que se nos caigan las manos.

Regala herramientas contra la violencia,
regala Valentina Berr.

Un proyecto político de @editorialegales
#valentinaberr #larespuestaatodo #feminismos


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